
Acompaño a personas desde la terapia y el masaje para sostener procesos vitales que pueden resultar complejos, abriendo un espacio donde reconocer tus propios recursos y vivir con mayor serenidad.
Creo que todas las personas deseamos vivir en paz con nosotras mismas y con nuestro entorno, aunque a veces las experiencias de vida nos alejan del cuerpo, de las emociones y de quienes amamos. Por eso me pongo al servicio en este camino compartido contigo.
Trabajo desde el Masaje Integrativo, la Terapia Gestalt y las Constelaciones Familiares y Organizacionales. Esta combinación pone el foco tanto en la dimensión corporal como en los movimientos emocionales, tendiendo puentes entre lo que se siente y lo que aún no puede nombrarse.
Mi enfoque une dirección y sostén: la escucha del cuerpo abre el camino, la palabra da forma a lo interno y el silencio posibilita la integración. No es solo un masaje ni solo una terapia; es un proceso de encuentro contigo, un regreso a tu propio ritmo y a tu verdad más simple y más viva.
Acompaño hoy porque antes fui acompañada. Este camino nace de mi propio proceso -más de diez años de búsqueda, transformación y aprendizaje-. Es el resultado inesperado de haber transitado mis sombras, duelos y neuras, hasta descubrir las herramientas que hoy pongo al servicio de otras personas.
Gracias a todas las que me habéis acompañado –en la vida, en las formaciones y en los procesos–: hoy puedo ponerme al servicio porque antes me habéis sostenido.

Todo lo que trabajamos en sesión es confidencial y se rige por un marco ético, con supervisión activa de casos, garantizando la calidad y el cuidado del proceso. Cada sesión es un espacio deseado, íntimo y seguro.
Nos adaptamos a tu realidad –movilidad reducida, responsabilidades de cuidado o necesidades específicas– con ajustes de duración, horarios y logística. Si el precio es un factor, lo hablamos.

Si necesitas un espacio para volver a ti –un lugar donde cuerpo y emoción se encuentran–, escríbeme.